Fecha de Elaboración: Viernes 05/09/25

 

Neuronas: La Unidad Básica del Sistema Nervioso

y su Importancia en la Seguridad y Salud en el Trabajo

 

 

1. Introducción

Las neuronas constituyen la unidad básica del sistema nervioso y son esenciales para la vida y la conducta humana. Estas células especializadas poseen la capacidad de recibir, procesar y transmitir información a través de impulsos eléctricos y señales químicas, lo que permite la comunicación entre los distintos órganos y sistemas del cuerpo. Su descubrimiento y descripción detallada fueron realizados por el científico español Santiago Ramón y Cajal, quien recibió el Premio Nobel de Medicina en 1906, abriendo con ello una nueva era en la comprensión del cerebro y la mente humana.

Gracias a su funcionamiento, las neuronas han sido denominadas las “arquitectas de la mente”, pues de ellas dependen procesos vitales como la memoria, el aprendizaje, la toma de decisiones, la regulación emocional y la conducta social. La enorme plasticidad de estas células su capacidad para crear y fortalecer conexiones a lo largo de la vida permite que el cerebro se adapte a nuevas experiencias, aprendizajes o entornos, lo que explica tanto el progreso humano como la posibilidad de modificar hábitos de comportamiento.

En el campo de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST), comprender el papel de las neuronas adquiere una relevancia estratégica. El comportamiento seguro no surge solo de normas y procedimientos escritos, sino de la forma en que el cerebro procesa la información, gestiona las emociones y responde a estímulos internos y externos.

Todos estos procesos explican por qué la prevención de accidentes requiere no solo de formación técnica, sino también de un entrenamiento neurocognitivo orientado a moldear redes neuronales que favorezcan la cultura preventiva.

En síntesis, estudiar cómo operan las neuronas y cómo se integran en redes complejas de comunicación no solo enriquece la neurociencia aplicada, sino que ofrece herramientas prácticas para diseñar programas de seguridad más efectivos, donde el colaborador deja de ser un mero ejecutor de normas para convertirse en un actor consciente y seguro, capaz de responder con precisión, resiliencia y responsabilidad en entornos de alto riesgo.

 

 

2. Estructura y funcionamiento de la neurona

Aunque su tamaño es microscópico, las neuronas son verdaderas centrales de comunicación que permiten que nuestro cuerpo y nuestra mente funcionen en sincronía. Cada una está diseñada para cumplir un papel específico en la transmisión de información, y su estructura refleja esta especialización.

 

Componentes esenciales de la neurona

        a. Soma o cuerpo celular

  • Es el “centro de control” de la neurona. Contiene el núcleo, donde se almacena el material genético, y los organelos que permiten la producción de energía y proteínas necesarias para mantener viva a la célula.

  • En términos laborales, el soma sería comparable con la oficina principal de una empresa, desde donde se coordinan y regulan todas las funciones para que las áreas operativas puedan cumplir con su trabajo.

 

        b. Dendritas

  • Son prolongaciones cortas y ramificadas que funcionan como “antenas biológicas”. Su tarea es recibir señales de otras neuronas y llevarlas hacia el soma.

  • Representan la capacidad de escuchar y procesar información del entorno. En un contexto de seguridad, actúan como los sensores que detectan peligros: una alarma sonora, una vibración en el suelo o un olor extraño que indica fuga de gas.

 

        c. Axón

  • Es una prolongación larga que transmite los impulsos eléctricos desde el soma hacia otras neuronas, músculos o glándulas. Puede medir desde una fracción de milímetro hasta dos metros de longitud, como ocurre en los nervios que van desde la médula espinal hasta los pies.

  • Su función equivale a un cableado de alta velocidad, capaz de llevar instrucciones precisas a diferentes partes del cuerpo. Gracias al axón podemos reaccionar casi de inmediato ante un riesgo, como saltar hacia atrás al escuchar el derrumbe de una roca.

 

La sinapsis: el lenguaje de las neuronas

Las neuronas no se tocan directamente, sino que se comunican a través de un pequeño espacio llamado sinapsis. Allí, el axón de una neurona libera neurotransmisores, sustancias químicas que transmiten la señal a la siguiente célula.

Entre los principales neurotransmisores se encuentran:

  • Dopamina: asociada a la motivación, la recompensa y la coordinación motora.

  • Serotonina: vinculada con la regulación del ánimo, la calma y el sueño.

  • Noradrenalina: relacionada con la alerta y la respuesta al estrés.

  • Acetilcolina: esencial para la contracción muscular y los procesos de memoria.

En entornos laborales de alto riesgo, estos neurotransmisores cumplen un papel vital. Por ejemplo: la noradrenalina aumenta la vigilancia cuando un colaborador percibe un peligro repentino, mientras que la acetilcolina activa los músculos necesarios para ejecutar un movimiento rápido de escape.

 

El potencial de acción: la chispa que enciende la reacción

El potencial de acción es el mecanismo eléctrico mediante el cual la neurona transmite la información. Se produce cuando un estímulo (como un pinchazo, un ruido fuerte o una señal visual) cambia la carga eléctrica de la membrana neuronal, generando una descarga que viaja a lo largo del axón.

Este proceso tiene tres características clave:

  • Velocidad: ocurre en milésimas de segundo, lo que asegura reacciones inmediatas.

  • Intensidad constante: el impulso no se debilita mientras recorre el axón.

  • Todo o nada: la neurona dispara el potencial de acción completo o no lo dispara, no existen medias señales.

Un ejemplo claro en la seguridad laboral: si un operario toca accidentalmente una superficie caliente, el potencial de acción viaja desde los receptores de la piel hasta la médula espinal y el cerebro. En fracciones de segundo, esa información se traduce en dolor y activa la orden de retirar la mano, evitando una lesión mayor.

 

Aplicación a la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST)

Comprender la estructura y el funcionamiento de las neuronas no es un conocimiento aislado de la biología, sino una herramienta práctica para la prevención:

  • Atención sostenida: las dendritas filtran estímulos relevantes frente a distractores, ayudando a mantener la concentración en tareas críticas como operar maquinaria pesada.

  • Reacción inmediata: gracias al potencial de acción, el cuerpo puede ejecutar reflejos protectores que evitan accidentes.

  • Gestión emocional y motivación: los neurotransmisores regulan estados de ánimo y niveles de alerta, influyendo en la conducta segura o riesgosa.

  • Cultura preventiva: cada experiencia de aprendizaje en seguridad refuerza conexiones sinápticas, creando hábitos que se vuelven automáticos.

                              🧠Las neuronas funcionan como guardianes invisibles que sostienen cada decisión y cada movimiento en

                         el trabajo. Al entrenar y cuidar nuestro sistema nervioso, no solo potenciamos el rendimiento, sino que

                         fortalecemos la prevención de riesgos y la protección de la vida.

 

3. Tipos de neuronas y su rol en el trabajo

El sistema nervioso humano está formado por miles de millones de neuronas que se diferencian según la función que cumplen. En el ámbito laboral, especialmente en entornos de alto riesgo, comprender su papel permite entender cómo reaccionamos ante un estímulo, cómo decidimos bajo presión y cómo coordinamos conductas seguras con otros.

 

        a. Neuronas sensoriales o aferentes

  • Función: reciben estímulos del entorno externo (temperatura, presión, vibración, sustancias químicas) y del entorno interno (estado de los órganos, dolor, hambre, fatiga).

Ejemplo biológico: gracias a receptores en la piel, detectamos calor antes de sufrir una quemadura.

  • Aplicación en SST:
  • Detectar un olor extraño que indica fuga de gas.
  • Percibir vibraciones inusuales en maquinaria que podrían anticipar una falla.
  • Sentir mareos o cansancio extremo, indicadores de riesgo de accidente.
  • Relevancia preventiva: estas neuronas actúan como sensores naturales que, al activarse, alertan al colaborador y permiten activar protocolos de seguridad antes de que ocurra un daño mayor.

 

        b. Neuronas motoras o eferentes

  • Función: transmiten impulsos desde el cerebro y la médula espinal hacia músculos y glándulas, produciendo movimientos voluntarios e involuntarios.

Ejemplo biológico: permiten retirar la mano inmediatamente después de un contacto con electricidad o calor excesivo.

  • Aplicación en SST:
  • Realizar maniobras de emergencia (apretar el botón de paro de una máquina).
  • Ejecutar movimientos de precisión en tareas críticas (soldadura, manipulación de químicos).
  • Reaccionar de manera refleja ante situaciones inesperadas (saltar hacia atrás ante una caída de material).
  • Relevancia preventiva: son el eslabón de acción que transforma la percepción del riesgo en conductas concretas de protección, desde un movimiento reflejo hasta una evacuación organizada.

 

       c. Interneuronas o integradoras

  • Función: conectan a las neuronas sensoriales con las motoras y entre sí, formando redes neuronales que procesan información compleja (memoria, aprendizaje, lenguaje, razonamiento).

Ejemplo biológico: en la médula espinal, las interneuronas permiten reflejos rápidos sin necesidad de que el cerebro participe directamente.

  • Aplicación en SST:
  • Procesar simultáneamente información de múltiples estímulos (alarma sonora, vibración de equipos, instrucciones del supervisor).
  • Aprender protocolos de seguridad y aplicarlos de manera automática en emergencias.
  • Integrar trabajo en equipo, coordinando acciones colectivas como un rescate o un simulacro de evacuación.
  • Relevancia preventiva: son el centro de mando del cerebro laboral, pues convierten la información en decisiones rápidas, aumentando la capacidad de respuesta y reduciendo la accidentabilidad.

 

Integración en entornos laborales

En el día a día del trabajo, estos tres tipos de neuronas interactúan constantemente:

  • Perciben el riesgo (sensoriales).
  • Procesan y deciden la mejor acción (interneuronas).
  • Ejecutan la conducta protectora (motoras).

Por ejemplo: un operador escucha un sonido metálico inusual en una máquina (neurona sensorial), recuerda protocolos de mantenimiento y evalúa la situación (interneuronas) y, de inmediato, apaga el equipo para evitar un accidente (neurona motora).

De esta manera, el funcionamiento coordinado de las neuronas constituye la base neurobiológica de la prevención:

                      🧠Sin percepción, no hay detección de riesgos; sin integración, no hay decisiones acertadas;                                                                        sin acción, no hay protección real.

 

4. Redes neuronales, memoria y aprendizaje

Las neuronas no funcionan de manera aislada, sino que se interconectan formando redes neuronales, verdaderos circuitos eléctricos y químicos que constituyen la base del pensamiento, la memoria y la conducta. Cada vez que aprendemos algo nuevo o repetimos una acción, estas redes se fortalecen, creando lo que los neurocientíficos llaman huellas sinápticas: trazos que quedan inscritos en el cerebro y facilitan que, en el futuro, podamos ejecutar una acción de manera más rápida y precisa.

 

Neuroplasticidad: el cerebro que se adapta

La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para modificar su estructura y funcionamiento en respuesta a la experiencia. Según Néstor Braidot (2015), este fenómeno explica por qué la práctica, la repetición y la exposición a contextos reales de trabajo moldean las redes neuronales y mejoran el rendimiento.

En el ámbito de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST), este principio es fundamental:

  • Cada entrenamiento práctico (como el uso de arneses, la manipulación de herramientas o la conducción de vehículos pesados) refuerza las conexiones neuronales asociadas a dichas conductas, convirtiéndolas en hábitos más automáticos y seguros.

  • Los simulacros de emergencia funcionan como ensayos que, mediante la repetición, inscriben en la memoria procedural las secuencias de acción necesarias para evacuar, contener un incendio o responder a un accidente.

De este modo, cuando ocurre una situación real de riesgo, el colaborador no depende únicamente de la improvisación o la memoria declarativa (recordar paso a paso un procedimiento), sino que activa respuestas automáticas y eficientes, disminuyendo la probabilidad de error.

 

Memoria y seguridad laboral

Las redes neuronales sostienen distintos tipos de memoria, todas relevantes para la SST:

  • Memoria sensorial: capta señales rápidas del entorno (sonidos de alarma, luces de advertencia).

  • Memoria de trabajo: mantiene información en la mente de manera temporal (recordar una instrucción dada segundos antes de realizar una maniobra).

  • Memoria de largo plazo: almacena aprendizajes y protocolos que se activan en momentos críticos.

La clave está en que, con entrenamiento, la memoria procedural la que guarda “cómo hacer las cosas” se convierte en el principal recurso para actuar de manera segura.

 

Aprendizaje bajo presión: grabando la conducta segura

Diversas investigaciones muestran que el estrés controlado durante los entrenamientos fortalece la consolidación de redes neuronales. Al practicar en condiciones similares a las que se enfrentarán en el trabajo real (ruido, presión de tiempo, múltiples estímulos), los colaboradores desarrollan una resiliencia cognitiva que les permite mantener la calma y ejecutar la acción correcta.

Por ejemplo:

  • Un brigadista que ha repetido decenas de veces la maniobra de uso de extintores activa de inmediato la memoria procedural y controla el fuego sin paralizarse.

  • Un operador de maquinaria pesada entrenado en simuladores responde con precisión en caso de falla, gracias a que sus redes neuronales ya han “ensayado” esa experiencia.

 

5. Neuronas espejo y cultura preventiva

En la década de 1990, el neurocientífico italiano Giacomo Rizzolatti y su equipo descubrieron un tipo especial de células: las neuronas espejo. Estas neuronas tienen una característica única: se activan tanto cuando una persona ejecuta una acción como cuando observa a otra realizarla. En otras palabras, el cerebro “refleja” lo que ve, como si lo estuviera haciendo en primera persona.

El neurocientífico Marco Iacoboni las llamó las “neuronas de la empatía”, porque permiten interpretar y compartir las emociones, intenciones y conductas de los demás. Gracias a ellas, podemos aprender por imitación, comprender estados emocionales ajenos y construir lazos sociales más sólidos.

 

Implicaciones en Seguridad y Salud en el Trabajo (SST)

En el entorno laboral, las neuronas espejo tienen un rol crucial para la prevención de riesgos:

  • Modelado de conductas seguras: los colaboradores tienden a reproducir lo que observan en sus líderes y compañeros. Si un supervisor usa correctamente el casco, ajusta su arnés y verifica la atmósfera de un espacio confinado antes de ingresar, esa imagen queda registrada en las neuronas espejo de los demás, aumentando la probabilidad de imitación.

  • Efecto contagio de la negligencia: del mismo modo, si un líder ignora procedimientos, no utiliza los equipos de protección o actúa de manera temeraria, esa conducta también se replica inconscientemente, generando riesgos colectivos.

  • Gestión emocional en emergencias: no solo se imitan acciones, también emociones. En un momento crítico, la calma y el liderazgo sereno de un supervisor pueden transmitir tranquilidad al equipo, mientras que el pánico puede propagarse con la misma rapidez.

En este sentido, la prevención no se sostiene solo en manuales o normativas, sino en ejemplos visibles y consistentes que refuercen hábitos seguros.

 

Neuronas espejo y cultura preventiva interdependiente

El descubrimiento de estas neuronas aporta una base neurocientífica al concepto de cultura preventiva interdependiente:

  • En una cultura dependiente, los colaboradores se cuidan porque son vigilados.

  • En una cultura independiente, se cuidan por responsabilidad individual.

  • En una cultura interdependiente, el cuidado mutuo se convierte en la norma: cada acción segura refuerza al grupo, y cada negligencia afecta a todos.

Las neuronas espejo explican este fenómeno: el cerebro social aprende y replica lo que observa en su entorno. Así, el liderazgo visible, coherente y seguro es más poderoso que la imposición de normas abstractas.

 

Ejemplo práctico

En una planta industrial, un nuevo colaborador observa a su supervisor detenerse antes de subir a una plataforma para revisar los puntos de anclaje de su arnés. Aunque ese procedimiento ya estaba explicado en el manual, es la imagen del supervisor ejecutándolo la que se graba con más fuerza en su cerebro, activando sus neuronas espejo. Al repetir la acción, no solo cumple con la norma: ha incorporado un hábito seguro aprendido por imitación.

 

6. Implicaciones para la Seguridad y Salud en el Trabajo

Comprender el funcionamiento de las neuronas y sus redes no es un lujo académico, sino una herramienta práctica para reducir la accidentabilidad y fortalecer la cultura preventiva en industrias de alto riesgo. Las ciencias del cerebro muestran que el comportamiento seguro se construye entrenando circuitos neuronales, reforzando hábitos y gestionando emociones. A continuación, se presentan cuatro aplicaciones clave:

 

        a. Entrenamiento basado en neuroplasticidad

La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para modificar sus conexiones y generar nuevas redes neuronales a partir de la experiencia.

  • Aplicación en SST: el uso de simuladores de realidad virtual permite recrear escenarios de alto riesgo (derrumbes, fugas de gas, incendios) sin exponer al colaborador a un peligro real. La repetición de estas experiencias fortalece los circuitos neuronales relacionados con la gestión de riesgos, de modo que en una situación real la respuesta es más rápida y eficaz.

Ejemplo práctico: un operador entrenado en simulador aprende a evacuar en condiciones de humo y baja visibilidad. Cuando enfrenta un incidente real, su cerebro activa automáticamente la ruta segura aprendida, reduciendo el margen de error.

 

       b. Uso de refuerzos dopaminérgicos

La dopamina es un neurotransmisor asociado al sistema de recompensa y motivación. Cada vez que una conducta es reconocida, el cerebro libera dopamina, aumentando la probabilidad de que se repita.

  • Aplicación en SST: los reconocimientos verbales, gestuales o simbólicos (una felicitación pública, un pulgar arriba, un distintivo de seguridad) refuerzan las conductas seguras.

Ejemplo práctico: cuando un supervisor agradece de inmediato a un colaborador por usar correctamente su arnés, se activa en el cerebro del trabajador un circuito de recompensa que lo motiva a repetir esa acción y contagiarla al equipo.

 

        c. Gestión de atención y fatiga

El cerebro humano tiene limitaciones atencionales: no puede mantener un nivel de concentración absoluto por tiempos prolongados. Gran parte de los accidentes se relaciona con distracciones o fatiga mental.

  • Aplicación en SST: entrenar la atención sostenida y la atención focalizada mejora la capacidad de detectar peligros y filtrar estímulos irrelevantes. Técnicas como micro pausas activas, mindfulness laboral o rotación de tareas ayudan a mantener la agilidad mental.

Ejemplo práctico: un trabajador minero que practica técnicas de respiración consciente logra sostener su atención durante largas jornadas en túneles, evitando omisiones al manipular explosivos.

 

        d. Neuro-liderazgo preventivo

Las neuronas espejo explican por qué los equipos tienden a imitar inconscientemente las conductas de sus líderes. En seguridad, esto significa que el ejemplo visible pesa más que cualquier norma escrita.

  • Aplicación en SST: los líderes deben modelar calma, coherencia y conducta preventiva. En una emergencia, su tono de voz, su lenguaje corporal y su nivel de control emocional impactan directamente en la respuesta de su equipo.

Ejemplo práctico: en un derrame químico, un líder que mantiene la calma, sigue los protocolos y transmite instrucciones claras genera confianza y coordinación; en cambio, un líder que entra en pánico contagia desorden y aumenta el riesgo colectivo.

 

7. Conclusiones

Las neuronas son mucho más que células microscópicas: constituyen la infraestructura invisible que sostiene la vida, el pensamiento, las emociones y, en el ámbito laboral, la seguridad de las personas. Comprender cómo funcionan y cómo se interconectan abre un horizonte de aplicaciones directas en la prevención de riesgos y en la construcción de culturas organizacionales seguras.

  • A través de la neuroplasticidad, entrenamos el cerebro para que los comportamientos preventivos se conviertan en hábitos automáticos, capaces de activarse incluso bajo presión.

  • Gracias a las neuronas espejo, entendemos que el liderazgo visible es determinante: lo que hace un supervisor se multiplica en su equipo, ya sea en forma de prevención o de negligencia.

  • Con el conocimiento de la memoria y la atención, diseñamos programas de capacitación más eficaces, donde la repetición, los simulacros y las pausas activas fortalecen las redes neuronales que sostienen la conducta segura.

  • Mediante la gestión emocional y motivacional, potenciamos el papel de los neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina para reforzar conductas positivas, sostener la vigilancia y reducir la fatiga.

Como afirmó Santiago Ramón y Cajal: “Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro”. En el campo de la Seguridad y Salud en el Trabajo, esta frase cobra un sentido vital: cada trabajador puede moldear su mente para ser seguro y no solo para hacer seguro, pasando de la obediencia mecánica a la conciencia preventiva interdependiente que protege tanto a uno mismo como al equipo.

En síntesis: la verdadera seguridad se construye en la sinapsis entre ciencia y cultura, donde cada experiencia, cada entrenamiento y cada ejemplo de liderazgo deja una huella neuronal que salva vidas.

 

Autor: Nelson Ramos Torres

Facilitador-Coach-Consultor

NRT-KAIROS E.I.R.L.

https://coaching.nrt-kairos.com.pe/

 

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